Aquí te contamos la historia de Chuco, el perro argentino que cruzo el río Paraguay para vivir en nuestro país.
Cuentan que es argentino, pero que hizo de nuestro país su hogar. Se llama Chuco, y pese a que sigue con vida, tiene una estatua en su honor en la zona de Humaitá, donde impone respeto, autoridad. Es allí donde ganó renombre y popularidad gracias a su lealtad, cariño y amor hacia las personas que pasan por el lugar.
¿Cómo el perro cruzó el Paraguay?
Las pobladoras cuentan que Chuco vivía en Argentina, y que un día decidió subirse a un bote y cruzar el río Paraguay. Y se quedó en Humaitá. El pueblo lo adoptó. Tiene una madrina, pero es recibido por todas las casas.
Cuando suenan las campanas en la iglesia va a acompañar las misas (se acuesta frente al altar), le gusta ir a fiestas con música y no se pierde ningún funeral. Cuando preguntan por la historia de Chuco, la gente se sorprende que siga vivo. Siempre esta presente en las reuniones como el más popular y posa enfrente de su estatua como toda una estrella.
Chuco es como aquellos perros angelados, tocados por una varita, que eligen dónde y con quienes quieren vivir, y se convierten en personajes de cuento.
Además, Chuco fue víctima de secuestro y la gente de Humaitá lo rescató y que aparte de su estatua, el perro tiene su propia canción.
Chuco representa el claro ejemplo que un perro es el ser más fiel y amoroso que existe. Su historia es muy conmovedora.