¿Has notado que tu perro no come, duerme todo el día y no está muy activo?. Es posible que estés sufriendo de depresión. En esta sección te mostramos 4 señales de tu perro tiene depresión.
¿Cómo saber si mi perrito está deprimido?
De acuerdo con The American Society of Animal Behavior, la depresión en los perros tiene síntomas similares a la depresión en los humanos. Los signos más comunes son: cambios en los hábitos de alimentación y sueño, antisocial y ausentismo, y falta de interés en las actividades que antes disfrutaba.
4 Señales de que tu perro tiene depresión:
- «No tengo apetito, o como demasiado»: Tu perro puede estar deprimido si notas que cambia drásticamente sus hábitos alimenticios, ya sea dejando de comer o comiendo en exceso, lo que hace que pierda o aumente de peso repentinamente.
- “No me interesa jugar con otros perros”: cuando se aleja de los humanos y otros perros, ya sea en casa o en un lugar público.
- «Extremadamente perezoso para levantarse»: Otro signo de depresión en un perro es la inactividad; los perros deprimidos normalmente no quieren participar en actividades como correr o salir a caminar.
- “Prefiero dormir todo el día”: Un patrón de sueño diferente es otro signo de depresión en los perros; suelen dormir más de lo normal.
Consejos básicos para acabar con la depresión de tu peludo.
- Ampliar sus rutinas de paseo: Con esto queremos decir que no nos limitamos a llevarlos de paseo solo cuando necesitan hacer sus necesidades, sino que también les damos tiempo y espacio para jugar, interactuar con otros perros y potenciar y estimular sus sentidos.
- Educar y compartir espacio con su dueño: Dado que los perros son animales sociales, al igual que las personas, es crucial pasar tiempo interactuando con ellos todos los días a través del juego, actividades divertidas y enseñándoles a crear rutinas de entrenamiento para educarlos.
- Dales amor y no los dejes solos en casa por mucho tiempo: Cuando una mascota se ve excluida de nuestras actividades o se la ata a la terraza durante un tiempo prolongado cuando salimos de casa, empieza a sentirse abandonada por la familia y se vuelve mucho menos cariñosa con sus dueños. Dado su alto nivel de sensibilidad emocional y falta de amor, nuestro perro es más propenso a sufrir depresión.